No creo que nunca un jefe de instituto haya ejercitado su cargo con un sadismo qual al del señor Creakle. Pegar a los muchachos era para él una necesidad, un deseo
que no podia dejar insatisfecho No podia resistir el placer de cachetear a un nito mofetudo, dos mejillas rosadas ejercían sobre el una verdadera fascinación las miraba
desde la mañana con una especie de deseo inquieto, y el dia no terminaba sin que hubiese encontrado el pretexto para hacerlas colorear más aún con el revés de su
mano. Y como yo mismo era bastante monetudo Puedo hablar de esto con conocimiento de causa DICKENS, Charles David Copperfield